Como respuesta a las necesidades del sector turístico en crecimiento, el gobierno de la provincia de Bozen asignó 10 millones de euros a la construcción de tres nuevas cabañas y la renovación de las otras 22.
En 2013, Stifter+Bachmann ganó un concurso entre ocho estudios de arquitectura de la región. El proyecto dividió a la opinión pública, pero un año después, los arquitectos pudieron comenzar a trabajar en el diseño de la ejecución del plan. La construcción empezó en junio de 2016 y continuó con gran eficiencia durante los cortos veranos alpinos hasta octubre de 2017.
En junio de 2018, el nuevo refugio de montaña Sasso Nero abrió sus puertas, causando revuelo tanto en los círculos de arquitectura y construcción como entre los atónitos excursionistas.