Calor en el ático: consejos para disminuir su temperatura

Debido a su ubicación, los áticos suelen ser más propensos al calor, ya que los rayos del sol inciden directamente sobre el tejado, elevando la temperatura en las habitaciones situadas justo debajo.

Esto sucede especialmente cuando el aislamiento del tejado está anticuado o en malas condiciones. El resultado, es un ático con altas temperaturas, especialmente en verano: el calor tiende a acumularse y a permanecer atrapado en el ático durante muchas horas, provocando que haga mucho calor incluso por la noche.

Hay varios factores que contribuyen a la acumulación de calor en el ático: 

- Factores estructurales: relacionados con las características físicas del edificio y el tejado, como el tipo de tejado, la presencia de aislamiento y el sistema de ventilación

- Factores ambientales: vinculados con las condiciones exteriores y el clima, como la exposición al sol, la orientación de la casa y la temperatura exterior.

Veámoslos uno por uno, sabiendo que la acumulación de calor en el ático puede ser el resultado de una combinación de dos o más de estos factores.

Un correcto intercambio de aire en el ático es esencial para mantener un ambiente confortable y evitar la acumulación excesiva de calor. 

El aire caliente tiende a ascender, y si no circula correctamente, el calor acumulado durante el día queda atrapado en el ático, lo que hace que las noches de verano sean calurosas e incómodas.

La ventilación natural es una solución sencilla y eficaz para mejorar el confort térmico en el ático, especialmente con ventanas de tejado que permiten un intercambio de aire rápido y eficaz. Al abrirlas varias veces al día o durante las horas más frescas en verano, en pocos minutos el aire caliente, que naturalmente sube, sale gracias al efecto chimenea. El aire caliente tiende a escaparse por las ventanas de tejado, mientras que el aire fresco entra por las ventanas situadas más abajo.

Además de regular la temperatura, una ventilación adecuada ayuda a evitar la acumulación de humedad y, por tanto, el riesgo de aparición de moho. Un aire más limpio y fresco no solo mejora la calidad de la vida cotidiana, sino que también hace que las habitaciones sean más confortables para vivir, especialmente en los días más calurosos del año.

Un tejado bien aislado desempeña un papel fundamental en el mantenimiento del confort térmico en el ático, tanto en verano como en invierno. 

Si el aislamiento es insuficiente o inexistente, el calor del sol penetra fácilmente en las habitaciones situadas debajo, elevando rápidamente la temperatura y haciendo que el ático sea un lugar muy caluroso tanto de día como de noche.

En cambio, un buen aislamiento ayuda a reducir la entrada de calor exterior, manteniendo las habitaciones más frescas y reduciendo la necesidad del uso de ventiladores o aparatos de aire acondicionado.

Además de proteger del calor en verano, el aislamiento del tejado también es esencial en invierno: evita la pérdida de calor generado por la calefacción y contribuye a mantener una temperatura estable en toda la casa. 

Invertir en un aislamiento adecuado significa, por tanto, mejorar la eficiencia energética de la casa y ahorrar en las facturas de energía necesarias para un mayor confort térmico.

El tipo de tejado desempeña un papel clave en la eficiencia energética y en la regulación de la temperatura interior de un edificio. 

Las cubiertas planas, por ejemplo, tienden a acumular más calor porque toda la superficie está expuesta directamente al sol, un factor especialmente relevante en climas cálidos. 

En cambio, los tejados inclinados están diseñados para favorecer el drenaje del agua de lluvia y reducir el riesgo de filtraciones. Además, permiten la instalación de ventanas de tejado que favorecen la ventilación, al generar corrientes que faciliten la expulsión del aire caliente. Sin embargo, si la ventilación no es adecuada, el calor puede quedar atrapado en el ático, elevando considerablemente la temperatura interior en los meses más calurosos. 

Por eso, en la elección del tejado deben considerarse factores como el clima local y las necesidades específicas de la vivienda, con el objetivo de asegurar una mayor eficiencia energética y un confort térmico óptimo.

Durante el día, el sol incide directamente sobre el tejado, calentándolo y transfiriendo ese calor al interior de la vivienda. 

Para reducir este efecto, se pueden aplicar diferentes estrategias: elegir materiales reflectantes, aplicar tratamientos específicos en el tejado o integrar protecciones solares, como las persianas de tejado, que limitan el impacto directo de los rayos del sol. 

Por ejemplo, las persianas VELUX para ventanas de tejado bloquean hasta el 87% del calor, lo que ayuda a reducir la temperatura interior hasta en 5 grados.

Estas medidas contribuyen a mantener la temperatura del ático más estable y confortable durante todo el día.

Además del calor procedente del exterior, los dispositivos, aparatos y equipos instalados en el ático también pueden contribuir al aumento de la temperatura interior. 

Los aparatos, sistemas de climatización u otros dispositivos pueden generar calor durante su funcionamiento, lo que puede hacer que la temperatura interior suba aún más.

Para minimizar este efecto, hay que planificar cuidadosamente la ubicación de las instalaciones y revisar el aislamiento de los conductos de aire. También es una buena costumbre apagar o reducir el uso de dispositivos no esenciales durante las horas más calurosas del día.

Las corrientes de aire y las filtraciones de aire pueden desempeñar un papel clave en el aumento de la temperatura del ático.

Las grietas o juntas mal selladas permiten la entrada de aire caliente, favoreciendo que se acumule en el ático y reduciendo la eficacia del aislamiento.

Para evitar estos problemas, es importante identificar y corregir los puntos de fuga de aire. Además, un buen aislamiento de las ventanas es esencial para mantener un ambiente más confortable y eficiente energéticamente.

Para combatir el calor en el ático, existen varias soluciones rápidas y eficaces.

En los meses de verano, la ventilación es una ayuda esencial para disipar el calor acumulado durante el día. Puede ser aún más eficaz si, además de ventanas verticales, tienes ventanas de tejado para aprovechar el efecto chimenea.

Este fenómeno se basa en el principio de que el aire caliente tiende a subir. Al abrir a la vez las ventanas de tejado y las verticales, se genera un flujo que expulsa el aire caliente por las ventanas de tejado, mientras que el aire más fresco entra por las aperturas inferiores, reduciendo la temperatura interior de forma natural.

En verano, retira las alfombras gruesas. Aunque en invierno ayudan a aislar el ático y retener el calor, en verano es mejor dejar el suelo despejado.

Sin alfombras, los suelos pueden absorber parte del calor del aire y ayudar a mantener la habitación más fresca.

La mejor forma de prevenir las altas temperaturas en el ático es evitar que el aire caliente entre durante las horas centrales del día y bloquear los rayos del sol antes de que incidan en los cristales de la ventana. 

Como norma general, mantén las ventanas y puertas cerradas durante el día. Ventila sólo a primera hora de la mañana, a última hora de la tarde o por la noche, cuando las temperaturas son más bajas, utilizando también la ventilación natural para renovar el aire. 

Las soluciones de protección exterior, como persianas y toldos, bloquean el calor antes de que llegue a los cristales de las ventanas del tejado, facilitando el mantenimiento de una temperatura interior más agradable.

La mejor manera de mantener el ático fresco es evitar que el calor entre. Las persianas protegen eficazmente no sólo contra el calor, sino también contra el ruido, disuaden de los intentos de intrusión y permiten oscurecer la estancia cuando es necesario, lo que las hace especialmente adecuadas para los dormitorios.

Para dejar entrar la luz natural sin renunciar a la protección contra el calor en el ático, puedes elegir un toldo exterior que, con su tejido translúcido, deja pasar la luz y mantiene las vistas hacia el exterior. La instalación es sencilla y puede realizarse cómodamente desde el interior.

Los productos eléctricos y solares VELUX también pueden controlarse automáticamente gracias al sistema inteligente VELUX Active. Sus sensores detectan la temperatura interior y permiten que ventanas y persianas se cierren automáticamente para evitar el calor excesivo en el ático.

Las cortinas de oscurecimiento no solo protegen de la luz directa del sol, sino que también permiten oscurecer la estancia cuando es necesario. Sin embargo, ten en cuenta que las cortinas no tienen la misma capacidad de protección contra el calor que las persianas porque los rayos del sol ya han alcanzado el cristal de la ventana.

En la tienda online de VELUX puedes encontrar toldos para tus ventanas de tejado, junto con sus precios. Para encontrar el modelo adecuado para tu ventana, comprueba la información que aparece en la placa de identificación situada en la parte superior derecha o izquierda del marco al abrir la ventana.

Cuando las temperaturas suben, llevar a cabo algunas sencillas tareas pueden ayudar a mantener el ático más fresco y confortable:

- Ventila las habitaciones durante las horas más frescas, por la mañana temprano y por la noche.

- Protege las ventanas de tejado con persianas y toldos para bloquear la entrada de calor.

- Retira las alfombras

- Cierra las ventanas durante el día.