Se piensa que uno de los elementos básicos para dormir bien es la oscuridad. En realidad, incluso la luz tiene una fuerte influencia en nuestro sueño. La luz del sol a la que nos exponemos durante el día equilibra nuestros ritmos circadianos (que regulan el sueño y la vigilia), lo que nos permite descansar mejor. Una de las maneras más fáciles de tener luz natural en el dormitorio, sin sacrificar la privacidad, es instalar una ventana de tejado, que además de la luz también permita la ventilación cuando sea necesario, para tener siempre aire limpio y bien oxigenado. Para oscurecer la habitación cuando sea necesario, simplemente puedes instalar persianas o una cortina opaca.