¿Cómo evitar el moho en invierno?

Son microorganismos que proliferan en ambientes húmedos y mal ventilados. A menudo se manifiesta en forma de manchas en paredes, techos u otras superficies en tonos negros o verdosos.

Aunque al principio parezca inofensivo, su proliferación puede causar:

• Daños materiales: debilita pintura, estructuras y revestimientos.
• Riesgos para la salud: las esporas liberadas por el moho pueden causar irritaciones respiratorias, alergias y otros problemas de salud, especialmente en personas sensibles.

• Humedad excesiva: la humedad en invierno tiende a acumularse en el aire o en las superficies frías siendo uno de los principales factores de riesgo. 
• Mala ventilación: impide la evacuación de la humedad y favorece su acumulación.
• Condensación: en invierno, el aire caliente del interior entra en contacto con superficies frías, como las ventanas, lo que favorece la aparición de moho en la habitación e incluso moho alrededor de la ventana si no se seca la zona con frecuencia.
• Fugas: las filtraciones de agua a través de tejados, paredes o tuberías agravan el problema.

Consejo: Identifica estas causas para adoptar medidas preventivas adecuadas.

Un nivel de humedad óptimo ayuda a prevenir el moho. Lo ideal es que se sitúe entre el 40 % y el 60 %. Por encima de estos valores, aumenta el riesgo de condensación y moho.

Para controlar la humedad interior se recomienda utilizar un higrómetro. Este sencillo aparato mide el nivel de humedad ambiental y te alerta ante excesos.

Algunos consejos para mantener un nivel adecuado:

• Ventilar regularmente las habitaciones, incluso en invierno.
• Calentar las habitaciones a una temperatura constante (entre 19 y 22 °C).
• Evitar secar la ropa en el interior o usar un deshumidificador si no hay opción.

Consejo: instala soluciones inteligentes en las ventanas para controlar el clima interior de las habitaciones 

Equipado con sensores de humedad, temperatura y CO₂, el sistema VELUX Active with Netatmo abre y cierra automáticamente tus ventanas de tejado y persianas eléctricas o solares. De este modo, disfrutarás de un aire saludable y una temperatura ideal en cualquier época del año.

Dependiendo de la situación, puedes equilibrar la humedad del ambiente:

• Humidificadores: útiles cuando el aire está muy seco, añadiendo humedad para evitar molestias.
• Deshumidificadores: indispensables en habitaciones húmedas como cuartos de baño o sótanos para prevenir el moho

Si te preguntas cómo evitar el moho en una habitación, la clave está en renovar el aire de forma regular y evitar la acumulación de humedad. 

El aire estancado favorece la proliferación de moho al retener la humedad. Algunas habitaciones requieren especial atención:

Cuarto de baño

• Instala un extractor de aire para eliminar el vapor rápidamente.
• Abre la ventana después de cada ducha para renovar el aire.
• Seca las paredes de la ducha o la bañera para evitar agua estancada.

Cocina

• Utiliza una campana extractora al cocinar.
• Ventila la habitación abriendo una ventana, aunque sea brevemente, después de cocinar.

Sótanos:

• Coloca un deshumidificador para controlar la humedad.
• Repara rápidamente posibles filtraciones

La forma más eficaz de renovar el aire de tus habitaciones sigue siendo la ventilación natural

Si dispones de ventanas de tejado como la ventana 2en1, ábrelas unos minutos al día para eliminar la humedad.

Las ventanas de tejado VELUX están equipadas con una aleta de ventilación integrada para mantener el intercambio de aire sin tener que abrir la ventana.

Los ventiladores de extracción te ayudan a eliminar el exceso de humedad y la aparición de moho. 

• Instálalos estratégicamente: colócalos cerca de zonas con mucha humedad, como duchas o placas de cocina.
• Realiza un mantenimiento regular: limpia las rejillas y comprueba su correcto funcionamiento.
• Déjalos funcionar durante unos 10 o 15 minutos después de ducharte o cocinar para eliminar completamente el exceso de humedad.

En invierno, las variaciones de temperatura entre el interior y el exterior favorecen los problemas de condensación, lo que puede derivar en la aparición de moho. Así puedes prevenirlo: 

Una calefacción bien regulada ayuda a limitar la condensación:

• Evita grandes diferencias entre estancias.
• Trata de mantener una temperatura uniforme entre 19 y 22 °C.
• Antes de encender la calefacción, ventila brevemente para eliminar el aire cargado de humedad.

Una vivienda correctamente aislada retiene el calor y evita que la humedad se condense en las superficies frías.

• Aislamiento de ventanas: instala doble acristalamiento o láminas aislantes para evitar la condensación en los cristales.
• Aislamiento de paredes: añade aislamiento interior o exterior para reducir los puentes térmicos.
• Fontanería: protégelas para evitar condensación o pérdidas de agua.

Rutinas de limpieza y programar revisiones periódicas eliminan las esporas antes de que se desarrollen y detectan a tiempo los problemas ocultos.

• Seca las superficies húmedas inmediatamente: salpicaduras en la cocina y el baño, ducha y los alféizares de las ventanas.
• Limpia con vinagre blanco una vez a la semana en zonas sensibles. Mezcla con agua para lavar las juntas, los azulejos o las superficies de riesgo.
• Evita las alfombras gruesas en zonas húmedas: absorben la humedad, lo que puede favorecer la proliferación de moho. 
• Aspira con regularidad: utiliza una aspiradora con filtro HEPA para capturar las esporas.

Algunas zonas o espacios requieren la intervención de un profesional.

• Programa inspecciones periódicas en espacios poco visibles como áticos, sótanos y conductos de ventilación. 
• Aplica tratamientos preventivos en superficies propensas.

Las filtraciones de agua y las fugas favorecen el moho. Actuar con anticipación es esencial para reducir riesgos.

Para evitar el riesgo de moho, es importante:

• Vigilar las zonas vulnerables:  
  • Inspecciona regularmente los tejados, las paredes y los cimientos.
  • Comprueba las juntas alrededor de las ventanas y puertas. Si están dañadas, sustitúyelas. Del mismo modo, si tus ventanas están antiguas, sustitúyelas por otras más eficientes.

• Repara rápidamente las goteras: Una fuga de agua, por pequeña que sea, puede provocar la aparición de moho. 
• Inspecciona los sótanos: busca signos de humedad o condensación en las paredes o los suelos.

Proteger tu hogar contra la humedad comienza con un buen tratamiento de las zonas sensibles:

• Soluciones de impermeabilización
  • Utiliza barreras antihumedad para las paredes exteriores o los sótanos.
  • Aplica productos hidrófugos en las superficies porosas para limitar la filtración de agua.

• Drenaje eficaz:
  • Instala canalones y sistemas de drenaje para alejar el agua de los cimientos.
  • Utiliza un sistema de bombeo para sótanos propensos a inundaciones.

Para proteger tu hogar de forma duradera contra el moho, es útil utilizar inhibidores de moho y productos selladores.

Los inhibidores de moho son productos especialmente formulados para ralentizar o evitar la proliferación de esporas. Se pueden aplicar sobre diferentes superficies:

• En paredes y techos:
  • Antes de pintar, aplica una capa base que contenga un inhibidor de moho.
  • Utiliza pinturas especiales antimoho

• En juntas y baldosas:
  • Limpia las juntas con una solución de vinagre blanco antes de aplicar un tratamiento antimoho.
  • Aplica un sellador impermeabilizante sobre las baldosas

• En zonas de difícil acceso:
  • Pulveriza un producto inhibidor en las esquinas, alrededor de las ventanas o en los sótanos.

Para proteger tu hogar de forma duradera con estos productos:

• Ventanas y puertas:
  • Utiliza juntas de estanqueidad para evitar que entre el aire frío y la humedad.
  • Asegúrate de que los marcos de las ventanas estén bien ajustados y en correctas condiciones
• Paredes y cimientos:
  • Aplica un producto hidrófugo en las paredes exteriores
  • Utiliza productos impermeabilizantes en los sótanos para bloquear la humedad procedente del suelo.
• Tuberías e instalaciones:
  • Aísla las tuberías para evitar la condensación.
  • Sella las juntas y las posibles grietas para evitar que se filtre el agua.

Las zonas de almacenamiento (garajes, sótanos, áticos) pueden ser focos de moho si no se acondicionan bien durante el invierno. Un buen almacenamiento protege tus pertenencias.

• Contenedores herméticos:
  • Opta por cajas de plástico rígido con tapa hermética.
  • Evita las cajas de cartón, que retienen la humedad y favorecen la proliferación de moho
• Bolsas al vacío:
  • Para textiles o ropa, utiliza bolsas al vacío para minimizar la exposición al aire y la humedad.
• Deshumidificadores
  • Añade bolsitas de silica gel o deshumidificadores portátiles.

• Evita apilar cajas y muebles contra las paredes. Deja espacio para que el aire pueda circular.
• Guarda tus objetos en estanterías elevadas o palés para evitar el contacto directo con el suelo, que suele estar frío y húmedo.
• Inspecciona las zonas de almacenamiento de forma periódica para detectar  los primeros signos de moho o humedad.

A pesar de la prevención, puede aparecer. En este caso, es esencial intervenir de forma rápida.

Tan pronto como se detecte el moho, es importante actuar rápidamente. Estos son los pasos a seguir:

• Protégete:
  • Utiliza guantes, mascarilla y gafas protectoras para evitar inhalar las esporas o entrar en contacto con ellas.
• Aísla la zona afectada:
  • Limita la circulación de aire en la habitación cerrando las ventanas y puertas para evitar la dispersión de las esporas.
  • Retira los objetos contaminados para limpiarlos o tirarlos.
• · Limpia con productos adecuados:
  • Utiliza una solución de vinagre blanco diluido o un producto comercial antimoho para limpiar las superficies afectadas.
  • Frota con un cepillo suave y limpia los residuos con un paño limpio.
• Seca la superficie limpia:
  • Una vez eliminado el moho, seca completamente la superficie para que la humedad no reactive el moho.

Si te preguntas cómo evitar el moho en el futuro, adopta estas medidas preventivas:

• Trata la fuente del problema:
  • Identifica y repara cualquier fuga o filtración que haya causado la humedad inicial.
  • Mejora la ventilación de la habitación afectada.
• Aplica un producto protector:
  • Después de la limpieza, aplica una pintura o un tratamiento antimoho para proteger las superficies.
• Mantén un entorno saludable:
  • Controla regularmente el nivel de humedad con un higrómetro y utiliza un deshumidificador si es necesario.
  • Ventila a diario y limpia las zonas sensibles.