Aislar el tejado desde el interior: La guía completa

Hasta un 30 % de las pérdidas de calor de una vivienda se producen por el tejado si está mal aislado. Por tanto, un tejado que no proteja bien supone un gasto energético elevado durante todo el año.

El aislamiento del tejado por el interior es ideal cuando el tejado está en buen estado y no se desea desmontar las tejas.

Entre las principales ventajas del aislamiento por el interior están:

El aislamiento por el interior limita las pérdidas de calor a través del tejado, reduce las facturas de calefacción y mejora el aislamiento acústico del ático atenuando los ruidos exteriores.

En principio, aislar el ático desde el interior es una solución eficaz, sencilla y económica que no requiere obras en el tejado, siempre que esté en buen estado.

Las casas bien aisladas, especialmente en el tejado, suelen ser más atractivas en el mercado inmobiliario:

• Atraer a posibles compradores debido a la eficiencia energética y al confort térmico que ofrece.
• Mejora la calificación energética del inmueble, un factor cada vez más valorado en ventas o alquileres.

El aislamiento térmico del tejado puede tener inconvenientes, entre ellos estos tres:

El aislamiento del tejado desde el interior puede provocar una pérdida de espacio en el ático, debido al grosor del aislante instalado.

También puede requerir modificaciones de revestimientos existentes.

Para la instalación de este aislamiento tendrás que despejar la zona de muebles y objetos, lo que puede afectar al uso cotidiano de este piso durante la obra.

Por último, si se dejan zonas sin aislar o puentes térmicos alrededor de la parte estructural, se reduce la eficacia del aislamiento.

El mejor material de aislamiento depende de tus necesidades. Antes de elegir, ten en cuenta su conductividad térmica y su resistencia.

• La conductividad térmica (lambda) es una medida de la capacidad de un material para conducir el calor: cuanto más bajo, mejor aislante.
• La resistencia térmica (R) depende de espesor y de su conductividad térmica: cuanto mayor sea R, mayor aislamiento. Para tejados suele recomendarse R ≥ 6 m²·K/W, dependiendo del clima local.

Entre los aislantes encontramos:

Ofrecen una buena calidad de aislamiento. Entre las opciones más populares por su eficacia y precio asequible están la lana de vidrio y la lana de roca.

• La lana de vidrio, procedente de arena y vidrio reciclado, es asequible, resistente al fuego y fácil de instalar. Disponible en paneles, rollos o copos.
• La lana de roca, fabricada a partir de rocas volcánicas, es económica y eficaz. Al igual que la lana de vidrio, está disponible en paneles, rollos o copos. Ofrece una buena resistencia a los puentes térmicos y a los insectos xilófagos.

Precaución: usa guantes y gafas de seguridad al manipular lanas minerales.

En respuesta a la creciente conciencia ecológica y nuevas normativas de contrucción, se han desarrollado aislantes de origen natural:

• La fibra de madera o la lana de madera: procedente de madera reciclada. Ofrece un buen aislamiento termoacústico, incluso en verano.
• El cáñamo, el corcho o la paja: alternativas eficaces y, a menudo, económicas.
• La lana de oveja: ofrece una excelente relación calidad-precio. Es una opción muy adecuada para aislar techos de madera, ya que se puede fijar entre las vigas o extender sobre el suelo de los áticos. Requiere tratamiento contra los insectos.

Nota: Los materiales naturales requieren diferentes tratamientos para reforzarles (poliéster), ser ignífugos y resistentes a los insectos.

Entre los aislantes de origen reciclado, destaca la guata de celulosa (con un mejor coeficiente térmico que la lana de vidrio).

Procedente del reciclaje de periódicos y cartones viejos, este material aislante para tejados puede reciclarse a su vez. Se puede aplicar en forma de copos o en paneles.

Hay tres formas de aislar el tejado desde el interior:

Es el método más habitual para los áticos accesibles. Consiste en aplicar el aislante entre las vigas, cubrir con una barrera de vapor interior para evitar condensaciones, y cerrar con placas de yeso o madera para el revestimiento final.

Puede realizarse de dos formas:

• Aislamiento por soplado: ideal para espacios de difícil acceso. Se usa celulosa, lana mineral o fibra de madera.
• Aislamiento sobre el suelo: este método sencillo y económico consiste en colocar una o dos capas de aislamiento, de diferentes grosores, sobre el forjado.

Se puede aislar una cubierta plana o una azotea desde el interior, aplicando el aislante entre las vigas de la estructura.

Sin embargo, este método puede generar puentes térmicos y, sobre todo, humedad, lo que reduce considerablemente su eficacia. Por lo tanto, no se recomienda este método de aislamiento.

• Aislamiento con lana mineral (lana de vidrio o lana de roca): grosor entre 16 y 20 cm.
• Aislamiento con copos de celulosa: basta con un espesor de capa de entre 16 y 21 cm.
• Aislamiento del tejado con poliuretano: entre 12 y 14 cm, ya que el poliuretano es un material altamente aislante.

El coste del aislamiento de la buhardilla varía en función de:

• Tipo y tamaño de la superficie: variará en función de si se trata de un tejado inclinado, de una cubierta plana o del suelo.
• Método de aislamiento: aislamiento exterior o interior, inclusión de una barrera de vapor, etc.
• La calidad y el precio de los materiales seleccionados.
• El coste de la instalación: los trabajos realizados personalmente o por un profesional difieren y repercuten en el presupuesto.
• Expectativas de confort: el nivel de aislamiento puede variar si el ático se va a acondicionar como espacio habitable o si se mantiene como espacio no habitable.

Existen ayudas económicas para financiar mejoras en la vivienda, en particular para el aislamiento del tejado (por dentro o por fuera).

Ten en cuenta estas ayudas:

• Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Financia hasta el 80 % del proyecto si se logra un ahorro energético del 30 %. Las ayudas están disponibles hasta el 2026.
• Plan Renove: son ayudas para la rehabilitación energética de edificios de las Comunidades Autónomas, en las que se incluye como acción subvencionable la aplicación de aislantes en fachadas y cubiertas que mejoren la eficiencia energética de la vivienda. Consulta la vigencia en el momento de la obra.
• Además, puedes conseguir deducciones fiscales por obras para la reducción de la demanda de calefacción y refrigeración y no te olvides de consultar las ayudas de tu Ayuntamiento.

Tanto si aíslas el techo por dentro tú mismo como si contratas a un instalador, estas son las cinco etapas clave de tu proyecto:

Diagnostica el estado en el que se encuentra el tejado. Ten en cuenta:

• El tipo de tejado, si es inclinado o cubierta plana, y si el ático está habitado o no.
• El nivel actual de aislamiento de tu ático y su eficacia.
• El estado general de la estructura del tejado

Aunque tú mismo puedas evaluar algunos de estos factores, necesitarás contratar a un especialista para que realice una evaluación exhaustiva y decida sobre el tipo de aislamiento y las obras de refuerzo necesarias.

Una vez realizada la evaluación y comprados los materiales, puedes comenzar las obras.

En algunos casos es necesario reforzar las vigas para soportar el aislamiento. Esto lo ejecuta un profesional.

Asegúrate de que toda la superficie quede cubierta, sin huecos, ajustes precisos alrededor de vigas, ventanas de cubierta, etc.

Utiliza rollos de aislamiento para vigas espaciadas uniformemente y paneles o rollos de aislamiento que se puedan cortar fácilmente para vigas espaciadas de forma irregular.

Una vez colocado el aislante, añade una barrera de vapor para evitar la condensación. Algunos materiales ya la incluyen.

Por último, recúbrelo con un revestimiento interior, como paneles de yeso o madera para cerrar y mejorar la estética.

El aislamiento por el interior puede mejorar el confort y la eficiencia energética, pero solo si se instala correctamente. Tome estas precauciones para evitar problemas comunes:

Para evitar la formación de condensación:

• Mantén una buena ventilación abriendo ventanas de forma regular.

Leer nuestro artículo sobre cómo mejorar la calidad del aire interior aquí.

• Descarta la idea de aislar las cubiertas planas por el interior por la dificultad de instalar una barrera de vapor hermética. Opta por hacerlo por el exterior.
• Utiliza barreras de vapor para las paredes que evitan que el vapor de agua penetre en el aislante.

Los puentes térmicos son puntos débiles en el aislamiento.

Para evitarlos, sigue las últimas normativas térmicas de construcción, utiliza el material y el tipo de instalación recomendados para tu proyecto y recurre a un instalador profesional.

El aislamiento interior del tejado es una solución práctica, asequible y efectiva. Mejora el confort térmico y la acústica del hogar, reduce el consumo energético y revaloriza la vivienda.

Elige materiales adecuados, sigue las buenas prácticas de instalación y considera asesoramiento técnico si el proyecto lo requiere.