La luz del día determina el patrón de sueño natural de nuestro cuerpo. Activa la producción de hormonas que aseguran nuestro descanso cuando oscurece. Una vez que estamos dormidos, la oscuridad total nos asegura un mejor sueño. Durante la noche los niveles de humedad y CO2 aumentan sustancialmente, por ese motivo, la ventilación por la mañana es esencial.