La inversión dio sus frutos no solo porque los niños y los padres estaban más contentos. Un edificio acogedor y saludable también resultó ser un activo a la hora de buscar empleados. Dado que se construyeron muchos jardines infantiles en poco tiempo, fue difícil encontrar personal cualificado. Un ambiente de trabajo saludable y agradable es una buena razón para elegir un jardín infantil antes que otro.
Las tareas rutinarias, como poner a los niños en el orinal o cambiar los pañales de los bebés, son más agradables aquí: las grandes aberturas de las instalaciones sanitarias permiten la ventilación natural y la luz natural convierte lo que normalmente es una zona de servicios en una zona habitable.