"Sobre todo buscaba luminosidad y vistas al mar, a las montañas y a la ciudad de Palermo. Tan pronto como entramos, mi esposa y yo dijimos: esta casa es para nosotros. Para obtener la mayor cantidad de luz posible, creamos grandes ventanales y añadimos ventanas al tejado para dejar entrar un tipo de luz diferente. A lo largo del día, la luz cambia, aportando serenidad, tranquilidad y profundidad", explica Gabriele Marretta, propietaria.
"El juego de la luz de las ventanas para tejado es muy especial"
- Gabriele, propietaria